por Hugo Valencia dirigente Lupetahue Cuando comencé, hace ya más de 13 años, mí camino en el San Jorge, jamás imagine que algún día llegaría a ser dirigente. En mi cabeza estaban los estudios, las fiestas, los amigos. Si bien los scouts siempre figuraban en mi mapa, nunca fueron lo privilegiado. Sin embargo, la cosa comenzó a transformarse. Quizá no me di cuenta o tal vez me hice el tonto, pero el escultismo terminó por abrazarme, me cautivo y me comprometió a trasmitirlo a nuevas generaciones.
El fin de semana del 14 al 16 de febrero se celebró el InterRutas. La última celebración de la rama que el próximo año terminará por desvanecerse para dar inicio a dos nuevas unidades – el clan y la avanzada -. Diez rutas de toda la región y alrededores nos reunimos en el mitico “Callejones” para disfrutar de los que calificaban como el último de los Rovers. A pesar de aquello, este campamento significó el primer apronte a una vocación que pretendo defender a toda costa.
Nuestro jefe, Gustavo, depositó la confianza en mí y mi camarada Andrés Michell, a hacernos cargo de una celebración que seis de nuestros ruteros optaron `por disfrutar con un animo tan excitante que hasta los mismos muertos terminarían por levantarse. Si bien las cosas no comenzaron como lo hubiese preferido el día sábado cargamos nuestros bolsos, el equipo, el sueño y la alegría camino al campamento.
Desde un principio esas faldas a lo Axe Bahía nos hicieron destacarnos y sembrar la duda de si se trataba de una ruta o algún grupo coreográfico que traía el evento. Lo claro era una sola cosa. El San Jorge había llegado. De ahí vinieron las actividades. El torneo y los talleres. Comos siempre los valientes de Colombo brillaron como líderes y entusiastas participantes de cada modulo en que participaron.
Pero llegó la velada, y a pesar de que el cansancio ya nos pasaba la cuenta y el hambre se apoderaba de nuestros estómagos, armamos una de nuestras novedosas rutinas y dejamos una sonrisa en cada uno de los beneficiarios. Mención aparte merece Manolo, ahijao, te la jugaste a concho por salir rey, quizás no fue ésta la ocasión, pero créeme que no cualquiera se la juega como lo hiciste, un abrazo. El que sí ganó fui yo. Jajajaja, el dirigente a lo pokeeva mató entre el griterío y se alzó con el título al mejor disfraz.
Soy sincero y les cuento que pensé abandonar el barco antes de la noche por razones profesionales. Pero ese aire entretenido y dinámico me obligó a dormir 5 horas, con frío, sin saco, con sueño. Pero lleno de orgullo al ver el trabajo desempeñado.
Llegó el domingo y con él el raid y el servicio que nos mueve a los ruteros. De ahí el cabecilla fue Andrés. A sus cortos 20 años, este larguirucho muchacho se llevó al hombro a jóvenes que recién emprenden su rumbo por el roverismo. Más allá no pudo hablar. Solo agradecerles a cada uno de ustedes; Pablo, Xure, Manolo, Maxi, Sexy, K- roca, Andrés, por haberme hecho vivir un fin de semana de orgullo, en donde por sobre los premios - que fueron varios – me fui con una sensación de alegría y satisfacción por que los ví felices, unidos y demostrando que de la Lupe queda, y queda para rato.
Saludos cordiales,
Hugo Valencia
Koala Vip